
Intervención criminológica en delitos cometidos bajo trastorno mental: peritaje, imputabilidad y prevención
Análisis criminológico de los delitos cometidos por personas con trastornos mentales: imputabilidad, peritaje forense y estrategias preventivas.


Intervención criminológica en delitos cometidos bajo trastorno mental: peritaje, imputabilidad y prevención
Cuando la salud mental y el delito se cruzan
En el ámbito penal, uno de los desafíos más complejos es abordar los delitos cometidos por personas con trastornos mentales. ¿Son responsables penalmente? ¿Deben cumplir condena o recibir tratamiento? ¿Qué papel juegan los criminólogos forenses en este tipo de casos?
Desde CriminaLaw, exploramos este fenómeno desde una perspectiva técnica, jurídica y criminológica, integrando el peritaje especializado, la evaluación de la imputabilidad y las medidas de prevención para evitar la reincidencia.
¿Qué entendemos por trastorno mental en el contexto penal?
El Código Penal español, en su artículo 20, establece que no serán responsables criminalmente quienes, al momento de cometer el delito, “por anomalía o alteración psíquica” no puedan comprender la ilicitud de su conducta o actuar conforme a dicha comprensión.
Este artículo sienta las bases para eximir total o parcialmente de responsabilidad penal a quien sufre un trastorno mental grave (como psicosis, esquizofrenia o trastorno bipolar en fase aguda) y cuya conducta delictiva se encuentra directamente relacionada con dicha alteración.
Pero no todos los trastornos generan inimputabilidad. Y ahí es donde el análisis forense se vuelve fundamental.
La figura del criminólogo forense en estos casos
El criminólogo forense es clave en delitos cometidos bajo trastorno mental por varias razones:
Evalúa el contexto personal, social y delictivo de la persona imputada.
Colabora con peritos psicólogos y psiquiatras en la delimitación del grado de afectación mental y su relación con el delito.
Realiza informes criminológicos que ayudan a determinar si existe una base conductual que relacione el trastorno con el hecho delictivo.
Propone medidas individualizadas de tratamiento o intervención social cuando procede.
A diferencia de un informe psicológico centrado en el diagnóstico clínico, el criminológico contextualiza el comportamiento desde una perspectiva de riesgo, reincidencia, imputabilidad y prevención futura.
¿Qué es la imputabilidad y cómo se evalúa?
La imputabilidad penal se refiere a la capacidad del autor para comprender que su conducta es ilícita y actuar en consecuencia. Existen tres escenarios principales:
Imputabilidad plena: la persona entiende y dirige su conducta. Es responsable penalmente.
Inimputabilidad total: no comprende ni controla sus actos. Es eximida de responsabilidad (art. 20 CP).
Imputabilidad disminuida: comprende parcialmente o su capacidad está limitada. Puede recibir una pena atenuada o una medida de seguridad.
El informe criminológico, junto con el psiquiátrico, ayuda a esclarecer en cuál de estos niveles se encuentra el sujeto, evaluando variables como:
El grado de afectación del trastorno
Su historial clínico y de consumo
Antecedentes de conductas similares
Contexto familiar, social y económico
Coherencia del relato del hecho
¿Qué medidas se aplican en estos casos?
Cuando se determina que el delito fue cometido bajo una alteración mental relevante, el juez puede aplicar medidas de seguridad en lugar de una pena de prisión. Estas medidas pueden ser:
Internamiento en centro psiquiátrico penitenciario
Tratamiento ambulatorio obligatorio
Supervisión de libertad vigilada
Inhabilitación profesional o alejamiento
La duración de estas medidas suele estar vinculada al riesgo que represente el sujeto, y no a la gravedad del delito como tal. Por eso, la evaluación criminológica debe ser periódica, actualizada y empíricamente fundamentada.
¿Y si la persona simula el trastorno?
La simulación o “malingering” es una preocupación recurrente en estos casos. Desde el punto de vista criminológico y forense, hay que analizar:
La coherencia entre el relato, los síntomas y la cronología del caso
Los beneficios secundarios que la persona podría obtener (por ejemplo, evitar prisión)
La existencia de diagnósticos previos o intentos previos de manipulación
El trabajo conjunto entre criminólogos, psiquiatras y psicólogos permite detectar posibles simulaciones a través de test específicos, entrevistas técnicas y análisis del expediente penal y médico.
¿Cómo prevenir futuros delitos en personas con trastornos mentales?
La prevención es un eje esencial de la intervención criminológica. Una vez detectado el trastorno, el objetivo no solo es responder al delito cometido, sino evitar que vuelva a ocurrir. Para ello se pueden implementar:
Programas de seguimiento en libertad
Tratamiento médico continuo
Supervisión del entorno social y familiar
Coordinación con servicios sociales, centros de salud mental y asistencia jurídica
Desde CriminaLaw, elaboramos informes criminológicos post-sentencia que incluyen planes de prevención y tratamiento integrales, ajustados al perfil del sujeto y al tipo de delito.
Conclusión: técnica, no estigma
Es fundamental no confundir enfermedad mental con peligrosidad. No todas las personas con trastornos cometen delitos, ni todos los delitos cometidos por personas diagnosticadas tienen relación directa con su enfermedad.
La labor del criminólogo forense consiste en diferenciar, explicar y argumentar con base científica cuándo existe una relación directa entre la alteración mental y la conducta delictiva, y proponer las medidas más adecuadas para cada caso.
Porque en justicia penal, no basta con castigar. Hay que comprender, intervenir y prevenir.
¿Tienes un caso relacionado con alteración mental y proceso penal?
En CriminaLaw contamos con criminólogos y peritos especializados que pueden ayudarte a aportar claridad técnica, objetividad y estrategia a tu defensa o acusación.
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