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Denuncias falsas vs. denuncias infundadas: diferencias jurídicas y cómo detectarlas

Las denuncias falsas y las denuncias infundadas no son lo mismo. Entender la diferencia es clave para protegerse legalmente, evitar injusticias y garantizar procesos judiciales justos. En este artículo explicamos qué significa cada una, cómo detectarlas y qué papel juega la criminología en su análisis.

8/18/20254 min read

Denuncias falsas vs. denuncias infundadas: diferencias jurídicas y cómo detectarlas

En los últimos años, el debate sobre las denuncias falsas ha ganado protagonismo en la sociedad, especialmente en casos de violencia de género, delitos sexuales, estafas o conflictos laborales. Sin embargo, no siempre es correcto hablar de “denuncia falsa”. En muchos procedimientos judiciales lo que existe no es una falsedad intencionada, sino una denuncia infundada: aquella que, pese a no poder probarse o ser archivada, no implica que el denunciante haya mentido deliberadamente.

Distinguir entre una y otra es fundamental, tanto para proteger a las víctimas reales como para evitar que personas inocentes sufran procesos injustos. En este artículo analizamos sus diferencias jurídicas, cómo se detectan y qué herramientas criminológicas pueden ayudar a esclarecer los hechos.

¿Qué es una denuncia falsa?

La denuncia falsa se produce cuando una persona acusa a otra de un delito inexistente a sabiendas de que lo que está diciendo es mentira.

En el Código Penal español, este comportamiento se recoge en el artículo 456, que castiga con pena de prisión o multa a quien, “con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, impute a alguna persona hechos que, de ser ciertos, constituirían infracción penal”.

👉 En resumen, para que exista una denuncia falsa debe haber:

  1. Intencionalidad de engañar.

  2. Conocimiento de que los hechos denunciados son falsos.

  3. Un perjuicio directo hacia la persona denunciada, que puede acabar siendo investigada o incluso procesada.

Ejemplo: alguien acusa a un vecino de robar su coche cuando sabe perfectamente que no lo hizo, con el objetivo de vengarse o causarle un daño legal.

¿Qué es una denuncia infundada?

La denuncia infundada es distinta. Se refiere a aquellas denuncias que, aunque no logran probarse en el proceso judicial o terminan archivadas, no implican necesariamente mala fe del denunciante.

En muchos casos, la persona que denuncia cree de buena fe que lo ocurrido es constitutivo de delito, pero finalmente no se logra reunir pruebas suficientes o se demuestra que el hecho no encaja jurídicamente como infracción penal.

Ejemplo: una persona denuncia a su pareja por amenazas verbales porque se sintió intimidada. Sin embargo, el juez determina que las expresiones usadas no cumplen los requisitos legales para ser consideradas delito.

Diferencias clave entre denuncia falsa e infundada

Aunque a primera vista puedan parecer lo mismo, las diferencias son esenciales:

  1. Intención

    • Falsa: existe ánimo de engañar y perjudicar.

    • Infundada: no hay intención maliciosa, pero faltan pruebas o encaje legal.

  2. Consecuencias jurídicas

    • Falsa: puede conllevar un nuevo procedimiento penal contra quien denuncia.

    • Infundada: no genera responsabilidad penal, aunque sí puede afectar a la credibilidad del denunciante en el futuro.

  3. Impacto en el denunciado

    • En ambos casos puede haber un grave perjuicio reputacional, personal y profesional, aunque solo la denuncia falsa implica un ataque directo y deliberado.

El impacto de una denuncia falsa o infundada

Tanto si hablamos de denuncias falsas como infundadas, las consecuencias para los denunciados pueden ser graves:

  • Procesos judiciales largos y costosos.

  • Estigmatización social incluso antes de una sentencia.

  • Deterioro emocional y psicológico, al sentirse señalados injustamente.

  • Problemas laborales o familiares derivados de la acusación.

Por eso, es clave que los jueces, abogados y criminólogos puedan distinguir con precisión cuándo estamos ante una acusación maliciosa y cuándo simplemente no hay pruebas suficientes.

Cómo detectar una denuncia falsa

Desde el punto de vista jurídico y criminológico, hay varios indicadores que ayudan a identificar si una denuncia puede ser falsa:

  1. Inconsistencias en el relato

    • Contradicciones entre versiones dadas en distintos momentos.

    • Cambios significativos en detalles relevantes del hecho denunciado.

  2. Ausencia de pruebas objetivas

    • Falta de testigos, documentos, registros digitales o periciales que respalden la acusación.

  3. Motivaciones extrajudiciales

    • Conflictos previos (custodia de hijos, venganzas personales, deudas).

    • Beneficios que el denunciante podría obtener de la acusación.

  4. Informe pericial criminológico

    • El análisis estructurado del relato, la conducta del denunciante y del denunciado, y el contexto social permite detectar patrones de manipulación o falsedad.

Cómo detectar una denuncia infundada

En el caso de las denuncias infundadas, lo que suele observarse es distinto:

  • Percepción subjetiva de amenaza o delito, pero sin base suficiente en el Código Penal.

  • Pruebas insuficientes que no permiten sostener la acusación.

  • Relatos coherentes pero no tipificados penalmente.

Aquí, la clave no es descubrir una mentira, sino entender que no todo lo que genera malestar o conflicto es un delito.

El papel de la criminología en estas situaciones

La criminología aporta un valor esencial en este tipo de procesos:

  • Evaluación de la credibilidad del testimonio.

  • Análisis de contexto social y motivaciones.

  • Detección de patrones de victimización o manipulación.

  • Elaboración de informes periciales que pueden reforzar o desmontar la validez de la acusación.

En muchos casos, un informe criminológico pericial puede marcar la diferencia entre una acusación que parece sólida pero es manipulada, y una acusación verdadera que necesita pruebas de apoyo.

Conclusión

Las denuncias falsas y las denuncias infundadas no son lo mismo, aunque ambas tienen un fuerte impacto en la vida de las personas acusadas. La primera implica engaño y dolo, mientras que la segunda refleja falta de pruebas o de encaje penal.

Distinguir entre ambas es fundamental para:

  • Proteger a las víctimas reales.

  • Evitar injusticias contra personas inocentes.

  • Garantizar que el sistema judicial funcione con rigor y objetividad.

👉 En Criminalaw contamos con un equipo de abogados penalistas y criminólogos especializados en detectar inconsistencias, analizar pruebas y elaborar informes periciales con peso real en juicio.

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